En 1993 decía en un artículo de la revista Chasqui: Tener la palabra significa tener el poder. Aparentemente incluso bajo regímenes autoritarios todos hablan. Pero ¿de qué habla el pueblo?, ¿a través de qué vías se expresa? Y recurriendo a Daniel Prieto Castillo agregaba: Existe una división social del poder decir, que consagra un orden social regido por las desigualdades. Describía así una realidad que luego de 20 años no ha cambiado mucho. Durante estos últimas dos décadas he sido un observador de los procesos comunicacionales que se han dado en América Latina, particularmente en Ecuador y Uruguay. He sido investigador y docente en comunicación. Y además he trabajado en diferentes medios. Este libro reúne artículos y ensayos que escribí en los últimos 20 años y, de cierta forma, nos ubican en temas y momentos importantes sobre la comunicación en nuestra región.